Veníamos anticipando la ola de ataques mafiosos en la ciudad de Rosario y el peligro a los que están expuestos los Vigiladores, hasta que ocurrió lo peor. Terminó gravemente herido un trabajador que estaba cuidando la sede de Rosario Central en pleno centro de la ciudad santafesina, imágenes impactantes.
En la madrugada del ayer, entre las 0.30 y la 1, se produjo un nuevo ataque con bombas molotov a la sede del club Rosario Central, donde un Vigilador terminó gravemente herido por las quemaduras y se encuentra internado, se trata del compañero Leguizamón de la empresa Vulcano . Es el segundo atentado con este tipo de explosivos que se produce en los últimos dos días, como si fuera una respuesta al vandalismo que sufrió el domingo pasado un busto de Isaac Newell’s, fundador del club del Parque de la Independencia.
Video de los hechos:
Por fuera de la dinámica violenta de Newell’s y Rosario Central, este martes murió un hombre de 45 años que un día antes había sido atacado con una bomba molotov, que dos hombres en moto arrojaron a su casa, donde funcionaba un búnker de venta de drogas. Daniel Leguizamón agonizó más de un día, con quemaduras de tercer grado en el 80% de su cuerpo. Su esposa, de 43 años, y el hijo de ambos, de 16, que también habían sido afectados por las llamas que abrasaron la propiedad situada en el 6611 del Pasaje 1849, se encuentran fuera de peligro. Por el caso, que las propias autoridades provinciales calificaron como un hecho que buscó provocar un “estado de conmoción” en la ya aterrorizada sociedad rosarina, aún no hay detenidos.
El ataque incendiario destruyó la sede administrativa de Rosario Central, que se encuentra en Mitre al 800, en pleno centro de esta ciudad, a media cuadra de la peatonal Córdoba. El atentado fue similar al que se produjo el lunes a la madrugada, cuando un joven se filmó arrojando una bomba molotov contra otra sede del club canalla en el cruce Alberdi, en la zona norte de Rosario.
Esta madrugada el fuego cubrió la planta baja del edificio y si los bomberos no hubiesen apagado las llamas rápidamente había serio peligro de que los negocios vecinos, como el histórico bar Junior, fueran afectados por el fuego. Tras este nuevo atentado, se dispuso un operativo especial en todos los edificios y predios pertenecientes a Rosario Central y Newells, con fuerte custodio policial.
En el Ministerio de Seguridad sospechan que detrás de estos atentados, como los ataques a balazos a las estaciones de servicio, está la sombra del líder de Los Monos Ariel Cantero, alias Guille, que se encuentra preso en el penal de Marcos Paz. Consideran que tienen su origen en los mayores controles en las cárceles de Piñero —ubicada a 20 kilómetros de Rosario y donde la banda de Los Monos maneja dos pabellones de alto perfil— y en el penal de Marcos Paz, donde Cantero hoy estaría neutralizado para hablar con teléfonos fijos y celulares. A eso se suma, según interpretan, que los patrullajes de Gendarmería afectaron el negocio de la banda en zonas como el oeste de Rosario y barrio La Tablada.
La información que manejan en el gobierno es que los que realizan los ataques contra las estaciones de servicio cambian en cada hecho, algo similar a lo que ocurrió en 2018 con los atentados a los edificios judiciales y residencias de magistrados. Cantero fue condenado a 22 años por siete “balaceras” contra esos blancos de la justicia.
Una de las sospechas es que Cantero ordena estos ataques a través de “amigos y amigas” que lo visitan los fines de semana en el penal de Marcos Paz, donde ahora tendría más controlados sus movimientos para usar teléfonos, como ocurrió a fines de agosto pasado, cuando le secuestraron en un par de allanamientos dos aparatos fijos dentro de su calabozo.
A la par de los ataques a las estaciones de servicio, se perpetraron el fin de semana pasado seis homicidios, lo que elevó a 205 la cifra de asesinatos en lo que va de este año. A eso se sumó los ataques a dos escuelas durante el domingo, el día de la votación.
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