Son cientos de vigiladores que todos los meses transitan por la misma odisea: «La de no saber en que fecha van a recibir sus haberes».
Esta problemática conlleva a hundirlos cada más en la pobreza, teniendo que tomar deudas de intereses por falta de pagos a términos, tales como: tarjetas, alquileres, préstamos, etc.
Es una situación desesperante, llegando a casos donde siquiera tienen el dinero para costearse el transporte a fin de concurrir a sus lugares de trabajo. Sumado a la tercerización fraudulenta y a los magros haberes que perciben. Se da esta situación donde la empresa incluso atemoriza con sanciones a quienes levanten la voz frente a este colmo de prepotencia patronal.
La incertidumbre los llevó a autoconvocarse para reclamar en conjunto por fuera de todos los gremios, ya que están cansados de que ninguno les de una solución.
SI.YA ESTAMOS 25 Y NO COBRAMOS TODAVÍA NO PAGA LOS APORTES JUBILATORIOS Y LAS OBRAS SOCIALES.
NO TENEMOS UN SINDICATO COMO LA GENTE QUE AVALE POR NOSOTROS SISEG ES DE LO PEOR