En la ciudad santafesina están sucediendo una serie de episodios que hicieron que se incremente la contratación de Vigilancia Privada en las Estaciones de Servicios.
El día después de las elecciones en Rosario volvieron las balaceras contra estaciones de servicio. Según la denuncia que recibió la policía, este lunes dispararon a la noche contra un negocio en la zona oeste en una secuencia de características similares a las de los cinco episodios restantes registrados en la última semana.
Estos ataques generaron una ola de contrataciones extras en agencias de Vigilancias Privadas. Pero esta no seria la solución del conflicto. Lo cierto que los Vigiladores no están para frenar las balas.
La ciudad de Rosario viene teniendo un posesión masiva de territorios narcos y las disputas por las zonas son cada vez más frecuentes, en estos últimos tiempos empezaron una serie de ataques con modalidad balaceras contra las Estaciones de Servicios, fenómeno que provoco que las mismas busquen resguardos con Seguridad Privada.
Este ultimo ataque ocurrió pasadas las 21 en la playa de Avenida Pellegrini y Gutenberg. En el momento en que pasaron los agresores, un vigilador se encontraba presente. Tras las detonaciones sólo se reportaron daños materiales, tal como ocurrió en el resto de los establecimientos involucrados en la saga que comenzó el martes anterior.
Al menso cuatro balazos perforaron el minishop de la estación de GNC que funciona cerca del paso a nivel de las vías del ferrocarril entre Felipe Moré y Carriego. La versión preliminar sobre la que trabajan las fuerzas de seguridad provinciales indica que los tiradores abrieron fuego desde la calle y huyeron hacia el oeste.
El ataque provocó el destrozo de vidrios y aberturas del bar que funciona en la playa de Dale Gas. Nuevamente no se reportaron amenazas previas ni intentos de extorsión, de modo que el atentado coincide con la serie que busca esclarecer una unidad especial del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Horas antes de este episodio, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, afirmó que las balaceras corresponden a “operaciones permanentes de intimidación pública”. El funcionario no descartó la conexión entre estas acciones y los actos vandálicos en sedes de Newell’s y Rosario Central.
El episodio anterior al ataque en Pellegrini y Gutenberg ocurrió la noche del viernes en la estación Puma sobre la colectora oeste de Avenida Circunvalación. En este caso secuestraron dos vainas servidas pero ningún proyectil alcanzó el minishop de la playa vecina al hipermercado Carrefour, cerca del cruce con Avenida Jorge Newbery.
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