La reciente «Fiesta Circus», celebrada en el Estadio Único de La Plata, ha generado un escándalo significativo debido a la presencia de personal de seguridad no habilitado. Este evento ha revelado un plan orquestado por UPSRA para controlar el negocio de los patovicas, presuntamente respaldado por el ministerio de Seguridad de la provincia y el Municipio de La Plata.
Un audio filtrado ha puesto en una situación comprometida a la empresa de seguridad C.A.P.S.A., encargada del evento, debido a la falta de registración laboral de los trabajadores. Este audio podría también involucrar a funcionarios del ministerio de Seguridad bonaerense y de la dependencia encargada del control y registración de empresas y trabajadores, quienes permitieron que el evento se desarrollara en condiciones irregulares, poniendo en riesgo la integridad física de los asistentes.
En el audio, Mauricio Javier García, alias “El Animal” y supervisor de C.A.P.S.A., alerta a los trabajadores: «Chicos, háganme el favor, los que están viniendo… ninguno entre al Estadio que tengo el ministerio (de Trabajo) acá. Van a mitad de cuadra y yo los voy a buscar», y añade, «el que está en blanco, pasa; el que no está en blanco, sigue hasta media cuadra y yo los voy a buscar. Quédense tranquilos que ya están trabajando y están cobrando igual».
García, conocido como «El Animal», tiene vínculos con Miguel «El Negro» Tobar, representante de UPSRA en el sector de la nocturnidad, quien logró que la misma firma de seguridad operara en el club Estudiantes de La Plata. Tobar, conocido por su pasado delictivo, reclutó a personajes para intentar dominar el negocio de la seguridad en la provincia.
El audio fue enviado el pasado 26 de junio, antes de la «Fiesta Circus», organizada por la productora “SIN MIEDO AL ÉXITO SRL”, cuyos titulares son Leandro Diego Bruno y Juan Cruz Morchón. En él, se alerta a los trabajadores sobre un operativo de fiscalización laboral del ministerio de Trabajo. «El que no está en blanco, no entre al Estadio», ordena García.
Los organizadores del evento solo contrataron a 40 trabajadores de seguridad para un evento con capacidad para 5.000 personas, violando claramente la normativa vigente sobre espectáculos públicos. La mayoría del personal de seguridad presente no estaba legalmente registrado, y muchos eran miembros de la barra brava de Estudiantes de La Plata, que debieron ser escondidos ante la presencia de los inspectores debido a sus antecedentes penales.
Lo sucedido evidencia el esquema oscuro que UPSRA busca instaurar en la nocturnidad bonaerense, reuniendo a barras bravas y empresas conocidas por constantes violaciones a las normativas laborales, en clara connivencia con funcionarios provinciales y municipales. Tobar, expresidiario y hermano del jefe de la barra de Estudiantes, Iván Tobar, utiliza tácticas de intimidación y amenazas para presionar en el sector y consolidar su control sobre el negocio de los patovicas.
La situación ha desatado una serie de investigaciones y repercusiones que podrían tener consecuencias significativas para todos los involucrados, poniendo de manifiesto la necesidad de una mayor regulación y control en el sector de la seguridad privada.
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