Un hombre fue secuestrado cuando fue a estacionar su camioneta luego de dejar a su esposa en la puerta de su casa en el partido de Morón, también se llevaron cautivo al Vigilador de la cuadra y pidió un rescate de hasta 250.000 pesos.
Si bien trascendió este martes, este doble secuestro se inició el domingo por la noche y ambas víctimas fueron liberadas sanas y salvas ya en la madrugada de ayer, tras permanecer cautivas tres horas y media.
Todo se inició a las 21 del domingo cuando Carlos Ribera de 63 años, empleado, llegó manejando su camioneta Ford EcoSport a la puerta de su casa, en la calle Vicente Casares al 600 de la localidad de Villa Sarmiento, donde su mujer bajó y el se fue a estacionar.
Cuando Ribera llegaba al terreno que utiliza como cochera, a la vuelta de su casa, en la calle Virrey Liniers y Rivera Indarte, fue abordado por una banda de secuestradores que se lo llevó cautivo en su propia camioneta.
Como en el lugar estaba el vigilador de la cuadra, quien se había convertido en testigo del hecho, los delincuentes decidieron llevárselo como una segunda víctima.
El Vigilador secuestrado fue identificado por las fuentes policiales citadas por Tílam como Miguel Adrián Pírez de 43 años.
Las fuentes contaron que en pocos minutos, a las 21.06 exactamente, la mujer de Ribera, que ya estaba aguardando la llegada de su marido, recibió desde el celular de su esposo un llamado telefónico.
Una voz masculina, que no era la de su marido, le dijo que lo tenían secuestrado y que si lo querían volver a ver con vida debía juntar un rescate de 250.000 pesos.
“Con el correr de las horas, los delincuentes se dieron cuenta que la mujer no tenía la posibilidad de pagar esa suma de dinero y bajaron sus pretensiones. Terminaron pidiíndole diez mil pesos”, dijo a Tílam un vocero policial.
Por causas que aún se investigan, los llamados extorsivos se interrumpieron y ya a las 0.30 de ayer, la banda decidió liberar a Ribera y al vigilador Pírez en la localidad de González Catán, partido de La Matanza.
Las víctimas caminaron hasta la comisaría de esa localidad, ubicada en la calle Sáez 404, a pocas cuadras de donde fueron liberadas, desde donde Ribera llamó a su esposa para avisar que ya había terminado el secuestro.
El caso es investigado por la Fiscalía Federal 1 de Morón, a cargo del fiscal Sebastián Basso, y por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón.
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