Un atento Vigilador alertó a las autoridades policiales, a través del número de emergencia 911 sobre un incidente, donde el mismo podría haber sido la victima.
Dos individuos habrían perpetrado una amenaza utilizando un arma. La respuesta de la policía no se hizo esperar: se dirigieron al cruce de las calles Falucho y Juan Gilberto Funes en la capital de la provincia de San Luis, donde encontraron un vehículo ocupado por los sospechosos. La minuciosa inspección del automóvil resultó en el descubrimiento de un elemento que intensificó el misterio.
Los individuos, identificados como Paná y Miranda, afirmaron ser guardias de seguridad en el momento de su detención. Alegaron estar realizando un recorrido de vigilancia. Sin embargo, no pudieron presentar documentación que respaldara su afirmación. Este vacío en su argumento llevó a su arresto y traslado a la Comisaría 1ª. El fiscal de Instrucción 3, Esteban Roche, se involucró en el caso, dispuesto a arrojar luz sobre la situación. Ordenó que los individuos fueran registrados y retenidos durante 24 horas para evaluar su situación legal. Roche aclaró que el arma decomisada durante la inspección del vehículo no era de fuego, sino una pistola de aire comprimido.
La pieza clave en este enigma resultó ser un trabajador que cumplía su turno como Vigilador en una empresa de transporte en la esquina de Juan Gilberto y Falucho. Su perspicaz observación fue fundamental para identificar a los dos hombres, de 49 y 38 años, portadores del arma. Al arribar los agentes del Comando Radioeléctrico, fue él quien señaló que los individuos se movían en un Volkswagen Gol de color gris. Según su testimonio, minutos antes los detenidos se habían presentado como agentes de investigación, intimándolo a cumplir sus órdenes. Sin embargo, mantuvo la sangre fría y se refugió, solicitando asistencia al 911.
La intriga se desplegó en las calles de Falucho entre Chubut y Juan Gilberto Funes. El Vigilador, quien alertó a las autoridades, les comunicó que los sospechosos habían amenazado con un arma en el contexto de su lugar de trabajo. Los efectivos del Comando, aguzados por la información proporcionada, identificaron a los individuos a pocos metros de distancia. Pese a la afirmación de los sospechosos de ser guardias de seguridad, la inspección del automóvil reveló una pistola de aire comprimido y la ausencia de acreditaciones. Los individuos siguen bajo custodia, y el vehículo ha sido confiscado.
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